Columnas

¡Por fin se fueron!

Vamos a estar vigilantes para exigirle que proceda con el pensamiento y la acción puestos en el futuro de la patria

La Asamblea Nacional que felizmente terminó sus labores, de conformidad con las leyes del país, se va, pero deja un recuerdo nefasto en los anales de nuestra historia. Se va con un siete por ciento de aceptación como consecuencia de varias circunstancias, todas ellas visibles para la ciudadanía.

En primer lugar, el hecho de que si sus funciones primordiales eran las de legislar y de fiscalizar con conocimiento y con capacidad, esta Asamblea no supo llevar a cabo ninguna de esas atribuciones, por falta de capacidad jurídica de la mayoría de sus miembros y por dar paso a compromisos políticos o personales, lo que determina, inevitablemente, su desprestigio y por ello su descalificación por parte de sus electores.

Luego, porque nunca como ahora el poder Legislativo fue el escenario por el que desfilaron más de sesenta legisladores vinculados con actos de corrupción por los que unos están enjuiciados, otros presos, otros prófugos, otros “náufragos”, otros escondidos para evitar las sanciones penales producto de sus conductas inmorales y punibles. Pero todos tienen a flor de labios la excusa por la que afirman que son “perseguidos políticos” ¡Pobrecitos! Vergüenza debería darles a estos sujetos presentarse ante quienes se equivocaron al elegirlos para estas altas dignidades.

Pero cuando los seres humanos no tienen dignidad ni una formación moral y ética, se sienten orgullosos de haber cometido delitos porque estiman que el dinero mal habido los hace más importantes y que como “el tiempo aplaca el dolor y embota el placer”, pasados algunos años ya nadie, creen ellos , se va a acordar de sus fechorías y empezarán a gozar de los dineros robados con todo el desparpajo del mundo.

Pero hay una sociedad que no los olvidará.

Va a empezar sus funciones la nueva Asamblea. Ojalá vea lo que hizo la que se va y no lo repita.

Vamos a estar vigilantes para exigirle que proceda con el pensamiento y la acción puestos en el futuro de la patria.