¿Qué clase de legisladores tenemos?

La comparecencia de la ministra de Gobierno María Paula Romo ante la comisión de fiscalización de la Asamblea Nacional celebrada la semana pasada dentro de la tramitación del juicio político que en su contra se lleva a cabo, evidenció y ratificó por qué el pueblo ecuatoriano considera que esta función del Estado ni legisla ni fiscaliza, que son dos de las más importantes atribuciones que corren a su cargo.

Esta comparecencia, que tenía por objeto que ella presente las pruebas de descargo de las inculpaciones que se le formulan en relación con los graves y trágicos incidentes de octubre del 2019, para que los miembros de esa comisión la interroguen respecto a las pruebas que ella presentare, se convirtió en una reunión en la que los “investigadores “ dieron unos discursos que debían darse en una tarima para buscar votos.

Cada uno de ellos se dedicó a alabarse a sí mismo, trayendo a colación partes de su vida pasada y destacando que la ministra era la única responsable de lo que aconteció en el incendio de la Contraloría, en la retención ilegal de policías por parte de dirigentes indígenas , en la toma del ágora de la Casa de la Cultura de Quito.

La ministra, por su parte, se defendió inteligente, valiente y estoicamente y en muchos pasajes de su defensa puso en su verdadero puesto a sus “ jueces”, demostrando que ellos estaban más perdidos que nadie y que poco o nada conocían del procedimiento a seguirse en una fiscalización de esta naturaleza.

Este deprimente espectáculo lo vio el país porque fue trasmitido en vivo y en directo.

La ministra actuó en esta diligencia desde uno de los salones del palacio de Gobierno. En tanto que sus “fiscalizadores “ lo hicieron virtualmente desde sus casas.

Esta es la clase de legisladores que tenemos. ¡Qué pena y qué vergüenza ajena!

“Pero la culpa no es de ellos, es de nosotros que los elegimos”.

En las elecciones próximas votemos bien para no lamentarnos cuando ya es demasiado tarde...