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Putin y el renacimiento de la idea liberal

Avatar del Bernardo Tobar

..como Putin parece tan obstinado en su espejismo imperial, la reacción que ha provocado solo se agudizará en grado y permanencia. Pero esto tiene un resultado no previsto

Algo más de un año había transcurrido desde la caída del Muro de Berlín cuando una larga línea se formaba frente al primer McDonald's en Rusia, en la histórica plaza Pushkin, en la capital de la Revolución bolchevique. Esa imagen dio la vuelta al mundo como símbolo del final comunista en Europa. El 8 de marzo de 2022 McDonald's anunció el cierre de más de 847 restaurantes en Rusia.

Según Yale, más de 300 compañías han suspendido operaciones en Rusia, algunas de ellas en industrias como la petrolera, forzando el embargo comercial que los jefes de Estado resistían por el potencial costo político. Frente a las sanciones económicas de las potencias de Occidente, hay una guerra descentralizada, ubicua, sin generales ni politburós, gestada por el sector privado, que da muestras de valorar el capital de la reputación por encima de las utilidades temporales. Naturalmente detrás de esa responsabilidad corporativa hay millones de personas, consumidores y partes interesadas, sin más arma que un celular conectado a una red social y un agudo, creciente y masivo rechazo a la guerra en Ucrania.

La agresión de Putin, en sí misma un crimen de lesa humanidad, amenaza la libertad, la autonomía de las sociedades, cuyo mayor enemigo son los jefes de Estado autoritarios. Y es esta gravedad extrema la que ha concitado espontáneamente una condena mundial contundente. Y como Putin parece tan obstinado en su espejismo imperial, la reacción que ha provocado solo se agudizará en grado y permanencia. Pero esto tiene un resultado no previsto.

En efecto, la idea liberal había pasado de moda, iba perdiendo impulso en todas partes, especialmente entre los jóvenes, que no vivieron los horrores de las pasadas guerras ni sufrieron las miserias del socialismo y, en cambio, se formaron en abundancia o comodidad relativa frente a sus padres, bajo el mito del Estado de bienestar, el Estado de derechos que todo lo garantiza, el Estado de la igualdad que anula el sentido de la obligación, del riesgo; el Estado que privilegia la mediocridad y subyuga a quienes ejercen su libertad individual al máximo de sus capacidades. Putin es responsable de una guerra atroz, absurda, injustificada, pero también es, irónicamente, quien ha resucitado por carambola la idea liberal.