Premium

Abelardo García Calderón | Los constituyentes y sus bemoles

Avatar del Abelardo García

Poco o nada se menciona sobre la preparación de esa masa popular a la que se lleva a ciegas a las urnas

Los tiempos que vivimos, las circunstancias sociopolíticas, y hasta el pensamiento popular ponen temas que saltan a la palestra, se ponen de moda o viralizan para ser discutidos. Con el visto bueno de la Corte, la Constituyente está en marcha, y ya surgen los primeros óbices y complicaciones, penosamente, casi todos de forma, que tienen que ver más con novelerías y criterios personales.

Así se oye: ¿por qué 80?, ¿por qué no más? ¿Por qué no menos? No garantizan representatividad, como si el número importara más que la idoneidad de los individuos. Se habla también de la famosa paridad de género y se la reclama, pero no se preocupan por la inteligencia, la capacidad, la preparación y los perfiles de los candidatos. Se habla de la innovación y de nuevos rostros, como si la honestidad, la cívica, la ética y la educación del individuo fueran privilegio de los noveles políticos.

A un lado se deja la inteligencia, cuya certificación por test debería exigirse. Nada se expresa sobre la formación académica, la capacidad de leer y escribir que tengan los candidatos, como tampoco se dice nada de la honestidad o experiencia en el trabajo, y la dignidad que deben mostrar al amar a su patria, más allá de todo y por encima de todo.

Pero si lo dicho líneas arriba ya es complicado, nada se habla sobre el elector: sobre su capacidad de escucha, de criticidad y de análisis; sobre su posibilidad de buen elegir, discriminando a los mejores para que lo representen. Poco o nada se menciona sobre la preparación de esa masa popular a la que se lleva a ciegas a las urnas, inspirada por consignas, mucho mercadeo y mal educada.

Y es que no hemos formado ciudadanía; no hemos trabajado en las aulas lo suficiente como para fortalecer personalidades capaces de enfrentar los retos cívico-políticos, porque no hemos enseñado a detectar al encantador de serpientes o al sofista que se lanza por la pendiente del: ‘yo te ofrezco, busca quien te dé’.

Usemos el hecho para trabajar, aula adentro, lo que es una Constituyente, su rol, facultades y alcance de sus decisiones, sus integrantes y cómo escogerlos.