En Ecuador el voto es un obligatorio y para quienes vivimos fuera es optativo. El voto telemático en el exterior ha sido implantado recientemente por el CNE, pero sin pasar por una consulta. No estoy contra el avance tecnológico, pero sí a favor de que se considere el derecho de los ciudadanos a decidir cómo quisieran expresar su voto. Pudo darse una consulta en las últimas elecciones pasadas pidiendo nuestro parecer. En el exterior el proceso electoral es manejado a pedido del CNE por las oficinas diplomáticas de Ecuador en el país donde se encuentren las circunscripciones electorales establecidas. Es un proceso que integra varios pasos; difícil y cansado, pero pasa una o dos veces cada cuatro años. En la mayoría de circunscripciones se desarrolla como un proceso social-colaborativo, organizado entre las oficinas diplomáticas, que son guardianes estrictos de la parte oficial del proceso, y la sociedad civil migrante, que apoya seriamente en muchos aspectos de la logística. Podría pensarse que ahora significa un gran alivio administrativo y logístico, pero para los migrantes se habrá generado un gran vacío pues pocas son las oportunidades de encuentro con sus representantes del servicio diplomático. En Suiza el voto telemático existe a la par del presencial, por correo o por procuración (un ciudadano otorga a otro el derecho de votar a su nombre). No se impone una única manera de sufragar, sino que se dan cuatro opciones. ¿Después de estas elecciones y en función del interés mostrado a este sistema de voto telemático, el CNE dispondrá la vuelta al sistema presencial o en el mejor de los casos, a utilizar las dos opciones? Espero que sí.

José Delgado Mendoza