Vicente Piedrahíta, un ilustre guayaquileño

Entre los personajes de la historia podemos citar casos memorables en que no contamos con su partida de bautizo...

En respuesta a la carta del autor García Plúas, nuestra réplica conteniendo la rectificación a su carta, guardará el provecho para el convincente parecer de los apreciados lectores de Memorias Porteñas. 

Contemplamos que el autor no comprende nuestro artículo, quien disgustado por su contrariedad se lamenta de nuestro homenaje al ilustre guayaquileño Vicente Piedrahíta. En nuestra columna de homenaje resaltamos: “Es oportuno aludir que respecto al nacimiento de Vicente Piedrahíta es frecuente mencionar que nació en Daule… La cuestión del ambiguo origen…”, haciendo mención a la falta de datos fidedignos, pero no de imparcialidad en la historia. 

A distingo de nuestra explícita salvedad, el autor, se consume, es dogmático en su drama recurrente de solicitar en Daule el nacimiento de Piedrahíta. Es censurable que sin ningún cuidado hace a un lado a los historiadores que lo contradicen descalificándolos. Muestra su comportamiento afectado copiando pareceres de escritores que le son simpáticos, ambientados en el siglo XX, los que callaron la duda decisiva. 

Y son trabajos monográficos de difusión de los pequeños pueblos de la época. Otra es la popular del genealogista Robles, quien no fue narrador, improvisó en 1938 y nunca corrigió sus errores; y las de biógrafos de momento de Piedrahíta, repitiendo la misma opinión descriptiva accesoria de su nacimiento en Daule. Con tan pocas lecturas, se esconde en ellas sin mostrar a los ilustrados historiadores que sostienen el nacimiento en Guayaquil de Piedrahíta. Por no ser labor tan cómoda los desconoce. 

No se puede admitir entre historiadores lo señalado, el dilema de la cuestión sobre el nacimiento de Piedrahíta es que nunca se ha encontrado la partida de su bautismo. Sin embargo, los parientes de Piedrahíta, todos en generaciones, con aire de familia, aseguraron siempre su nacimiento en Guayaquil. Hay que hacer hincapié en que los historiadores, periodistas, literatos, y biógrafos de América manifestaron la razón unánime durante la vida y luego de su muerte a Piedrahíta como hijo de Guayaquil. 

Entre los personajes de la historia podemos citar casos memorables en que no contamos con su partida de bautizo por haber el libro parroquial desaparecido por incendios, hurtos o deterioro, incluso adulteraciones. En aquella circunstancia de la duda, el genealogista debe conformarse y a diferencia, es el historiador quien acude a los vínculos, publicaciones y trayectoria para indirectamente expresar sus razones del sitio y la fecha de nacimiento; sin embargo, siempre lo advierte a los lectores.

Dr. Roberto Vergara Noboa