Urge una nueva Constitución en el país

Ecuador necesita con urgencia una nueva Constitución donde se establezca una eficiente estructura del Estado, con un óptimo marco jurídico donde imperen los principios éticos de la sociedad; que contribuya con el crecimiento cualitativo y cuantitativo de la economía; que fomente la competitividad en la producción y comercialización de bienes y servicios para que sean sustentables, generadores de empleo; que contribuya con el medioambiente por la racionalización y optimización en la utilización de los recursos naturales; que permita reconstruir y configurar un óptimo sistema de educación; que promueva la eficiencia de los servicios públicos, principalmente de salud; que racionalice el ambiguo contenido de disfuncionales leyes para que sea más ágil y eficaz el sistema judicial; que impida el dispendio en el gasto público para que no supere a los ingresos fiscales. La Constitución de 2008, elaborada en su mayoría por mediocres, irresponsables, inmorales e irracionales, obnubilados por la ideología socialista revolucionaria, diseñaron un sistema jurídico administrativo que es marco normativo de la actual crisis ética, social y económica que nos afecta. Son intrascendentes las innumerables reformas a las leyes que se están tramitando en la Asamblea Nacional, integrada paradójicamente por quienes fueron parte de más de 10 años del gobierno de latrocinio y cleptocracia.