¿Podemos estar tranquilos?

¿De qué sirve que patrullen la ciudad cargados de armamento pesado que saben que no pueden dispara? ¿Por qué?

Hace ya más de un mes se suscitó en la cárcel la rebelión que degeneró en matanza, digna de las más horrenda película de terror. Se habló mucho (presidente, ministros y demás autoridades), se cambió al director de cárceles, se hicieron presupuestos para cambios, se comprometió a las FF. AA. y a la Policía para que restablezcan el orden. Increíblemente los días pasan y ¿qué se ha logrado? ¡Nada! Los reos siguen posesionados de pabellones a donde ni los soldados con todo el armamento de guerra que permanece estacionado en las afueras de la cárcel logran entrar. Hace unos días nos enteramos de que un camión que provee alimentos a la cárcel ingresó y fue asaltado por los reos; la Policía informó que había logrado rescatar al camión. ¿Tiene esto sentido? ¿Acaso los ciudadanos estamos satisfechos con que a diario nos informe el director de la Policía que han hecho una nueva requisa de armas, nos las detallan y muestran sus fotos muy ordenaditas en los patios de la institución? ¿Dónde está la inteligencia militar y policial que aún no descubre cómo ingresan las armas a la cárcel y a los pabellones? ¿Qué hacen las autoridades para dar un poco de tranquilidad a los ciudadanos que vivimos aterrados por la cantidad de crímenes que a diario se cometen? La única información que se conoce es ¡ajuste de cuentas! ¿Entre quienes, los delincuentes o los ciudadanos ?¿De qué sirve que patrullen la ciudad cargados de armamento pesado que saben que no pueden dispara? ¿Por qué?

Jacinto Mancero Gando