Terrible crisis en el Ecuador

Además de la pandemia del COVID-19, si no se adopta urgentemente los correctivos en políticas económico sociales, mucho me temo que de aquí a seis meses -en más o en menos- la sociedad será el caldo de cultivo donde germinará de todo: atracos, inseguridad y será el ambiente propicio para el populismo político, que a lo mejor sea igual o peor que en Venezuela.

La crisis que está avanzando terriblemente y puede ser peor que la de 1999, pues si en circunstancias anteriores no estábamos preparados para aguantar la reducción del 10 % del PIB, muchísimo peor podríamos aguantar si la reducción en el PIB alcanza mayores niveles, lo que significaría una gran catástrofe teniendo un incremento crítico de población en la pobreza.

El panorama en el Ecuador es demasiado complejo, dadas las circunstancias de afectación por las diferentes crisis de la economía mundial. Las consecuencias del COVID-19 y las circunstancias propias de ineficiencias en sectores estratégicos, en las secuelas por el histórico manejo doloso de los recursos naturales, especialmente en el sector de hidrocarburos, en el desatino de políticas económicas-financieras en ámbitos nacional e internacional hacen necesario que se aplique el pragmatismo en la economía.

Lamentablemente, para adoptar las políticas públicas urgentes y necesarias tienen que pasar por la Asamblea, expuestas a los plazos de la tramitología y el contertulio de los mercantilistas de la política.

Pero el país necesita urgente el trabajo de un gran equipo con liderazgo honesto y capaz, para confluir en las medidas apropiadas para sobrevivir, ya no de salvataje bancario sino de salvación del Ecuador y con mirada previsiva a sentar buenas bases para evitar que nuestra gente y el mismo país no se hunda económicamente. Se necesita ahora, más que nunca, acuerdos patrióticos de cámaras, trabajadores y líderes políticos y sociales.

Dra. María Hernández Loza