La teoría maquiaveliana en el poder

Para Maquiavelo, el mejor régimen es una república bien organizada, aquella que logre dar participación a los dos partidos de entonces, y de esta manera contener el conflicto. La técnica, consiste en sacar del confort de la teoría, a la utopía. Ese espurio saber y esa truculenta acción del lado bueno que tiene el hombre como único lado existente. Por ello se atreve a la transformación, es decir: la revolución de la naturaleza humana para hacer cambiar a la sociedad. La mera conservación del cargo se lo pide: debe imitar a los mejores, a los inaccesibles para lograrlo, pero ello implica la operación de comparar lo diverso para hallar lo común y obrar en consecuencia o mejor, sabiendo de antemano las consecuencias. El presidente Lasso exigió, exprimió a todos los políticos lo que más tenían, para proceder y que nadie diga que es obcecado; más bien, que es gentil y no le importa que digan que no conoce de política. Tenía demasiada gente para satisfacer, es mejor menos que más. En el tiempo todo es posible por ser el mismo espacio. La gente se preguntaba, ¿si apenas tienen 4 meses y tendrá que dejar el cargo? ¡No puede ser! Esos son los necesarios para transformar el país, no los otros. Tantos imitadores de políticos, que a lo mejor ni saben con qué se come esa palabra.