Los retos del Gobierno nacional para su segundo año de administración

Nuestros gobernantes deben fortalecer plenamente la confianza de los ecuatorianos "en lo que se hace y por qué se hace"

Al gobierno del presidente Lasso que inicia este 25 de mayo su segundo año en funciones se le presentan los mayores retos que pueda haber enfrentado. En primer lugar debe de identificarse con los propósitos de enfrentar y resolver los serísimos problemas que tenemos; el principal ha sido siempre el déficit fiscal debido a que los gobiernos de turno han gastado mucho más de sus ingresos, acumulando una deuda pública extremadamente alta. El gobierno no debe seguir incurriendo en estas prácticas de derroche que han llevado a Ecuador a la crisis profunda y cruel en que se encuentra postrado. Debe combatir la inseguridad ciudadana, el crimen organizado y violencia social que nos azota. Se debe atacar la perniciosa corrupción con toda la fuerza institucional que la ley permite. Castigar ejemplarmente a los corruptos y corruptores. El desempleo debe ser enfrentado y abatido apoyando a la empresa privada, motor económico del país. El sistema de salud arcaico que mantenemos debe ser reformado. La educación pública de calidad debe ser el motor que nos impulse a un nuevo y brillante rumbo. Debe recibir toda la atención nacional y ser objeto de las reformas necesarias para alcanzar las metas de desarrollo personal y bienestar individual. La educación pública debe ser exigente en calidad, ser la ruta de superación individual y nacional. Hay demasiado que hacer en este campo y debe emprenderse con decisión y celeridad.

La reactivación económica es urgente y trascendental pues conduce al cierre de brechas de desempleo, pobreza, angustia y miseria. Es la medida de corrección de problemas sociales más importantes que se pueda emprender.

Nuestros gobernantes deben fortalecer plenamente la confianza de los ecuatorianos "en lo que se hace y por qué se hace". La confianza debe ser el ingrediente para recuperar la credibilidad perdida, para que nos mantenga unidos en futuros retos. Las brechas en empleo, educación e igualdad de oportunidades deben abordarse frontalmente y con urgencia.

Hambre, corrupción, inseguridad ciudadana, falta de medicina, desempleo, desesperanza, dolor y exclusión deben desaparecer para rehacer la cohesión social y apuntalar la fe en la democracia. ¡Manos a la obra señor presidente ! 

Ec. Mario Vargas Ochoa