La responsabilidad no es cosa de locos

Hay medidas de comportamiento para la pandemia pero nadie supervisa, es fácil ver sin mascarilla a vendedores informales y grupos de jóvenes de diferentes familias haciendo deporte.

En Ecuador hay un caso confirmado de síndrome inflamatorio multisistémico, enfermedad derivada del COVID-19 que afecta a niños y adolescentes. Dirán que uno es ninguno, pero es necesario que se realicen campañas de información para que este segmento de la población, que antes se creía que no sería afectado, cumpla los pasos básicos de prevención: lavarse las manos, usar mascarilla y guardar distanciamiento social para evitar propagaciones del virus. Hay medidas de comportamiento para la pandemia pero nadie supervisa, es fácil ver sin mascarilla a vendedores informales y grupos de jóvenes de diferentes familias haciendo deporte.

Ignaz Semmenweis fue un obstetra que en 1847 socializó la importancia del lavado de manos para disminuir la mortalidad en hospitales antihigiénicos. Dispuso un recipiente de agua y cal clorada para que sus colegas se laven las manos y la tasa de mortalidad de mujeres parturientas descendió a 1 %; muchos colegas no se esterilizaban las manos y él los llamó asesinos. Fue despido y difamado, y sufrió depresión por lo que fue internado en un manicomio y murió a los 47 años por inyectarse necropsia para probar su teoría. Que niñez y juventud entiendan que lavarse las manos no es cuestión de locos sino de personas cuerdas y responsables con ellos y sus familias.

Ec. Marysol del Castillo