Relatividad absoluta

En la vida natural todo es relativo; nada es verdad ni mentira, todo es de acuerdo a los intereses, conveniencias y circunstancias del momento.

En lo espiritual, Jesús es terminante y quiere que estemos con Él o contra Él; nada de medias tintas ni acomodos. Como decían los antiguos, hay personas que con una pierna bailan tango y con la otra bolero. Nada de eso; blanco o negro, nada de tonos grises. Al pan, pan y al vino, vino.

Por eso respeto el criterio de los agnósticos que aplican la “ley del sí pero” en lo espiritual, pero no estoy de acuerdo con ellos. Hay que definirse, o crees o no crees.

Miguel Ulloa Paredes