Reflexión antes de emitir criterio y actuar precipitadamente

Es bueno corregir a los hijos pero tampoco masacrar ni quemar.

Al leer noticias donde la ausencia de la sensatez prevalece, me pregunto si el ser humano ha ingresado, sin darse cuenta, en el período de involución y es por eso que los actos se efectúan sin medir las consecuencias.

La noticia publicada en Diario Extra en su edición del 24-nov-2019, donde una madre lanzó agua caliente a su hija por no traerle setenta centavos de vuelto, encaja en la premisa anterior. La progenitora actuó de forma precipitada, sin preguntar los antecedentes a su hija, quien había entregado la cantidad faltante a su hermana. a la cual encontró en el camino a casa. Es bueno corregir a los hijos pero tampoco masacrar ni quemar.

Acciones así, tiradas de los cabellos, también suceden en los lugares de trabajo cuando a priori se emite criterio y lo sociabilizan sin medir la afectación a los involucrados, contradiciendo lo dispuesto en la NIA-8 (Norma Internacional de Auditoría), donde se establece que para que una evidencia tenga tal condición, debe conocerse los antecedentes y examinar documentación o activos tangibles, caso contrario se desmorona. Pensar y preguntar ayuda más a la sociedad en que vivimos. Actuar precipitadamente, sin reflexionar, trae confusión y aleja la solución.

Ec. Marysol del Castillo