Cartas de lectores

Recordando a mi maestra

Todas las personas llevamos en nuestra memoria y en nuestro corazón el imperecedero recuerdo de aquellos seres que pasaron por nuestras vidas nutriendo nuestro intelecto, llenándonos de un bagaje de conocimientos importantes. Es verdad que muchas veces estos son olvidados pero a quien los enseñó nunca lo olvidaremos. Nuestro querido Colegio de Señoritas Guayaquil tuvo una gran maestra. Ella era elegante en su vestir, se vanagloriaba de usar su ropa confeccionada con las telas de los saquitos que venían del exterior con harina. Nos dio una gran lección de humildad. ¡Qué bien lucía con sus trajes camiseros. Siempre llegaba temprano, con una gran sonrisa de su boca grande. Para todas era un deleite escuchar sus clases, queríamos alargar los minutos y las horas, y seguir escuchándola. Superamena y sabia. A ella la sentíamos de izquierda, pero aquella izquierda llena de nobleza, honradez y justicia. Recuerdo cuando enfrentó a un grupo de otros profesores defendiendo la participación de nuestra querida compañera Blanca, abanderada del colegio, en una manifestación del 5 de Junio. En esa época tener personalidad y valentía al expresarse era prohibido. Nuestra maestra inteligente, noble, luchadora, Inés Arrata Macías de Sorroza, ha partido a encontrarse con Dios a los 100 años. Gracias querida maestra, muchas gracias.

Martha Jurado