La real urgencia del juicio político
Ahora vemos cómo cada día se les está cayendo el juicio a los compadres sediciosos de la Asamblea
El hoy prófugo de nuestra justicia, Carlos Pólit Faggioni, excontralor de Rafael Correa, en 2018 fue sentenciado a seis años de prisión por corrupción dentro del caso Odebrecht.
Pólit –detenido en Estados Unidos– ha pedido a su justicia un “juicio abreviado”, mismo que se dará el 22 de mayo de este año (tener muy presente esta fecha), en el que solicitará la rebaja substancial de su pena a cambio de aportar muchas pruebas contra el hoy también prófugo Correa Delgado, y sus secuaces ‘robolucionarios’.
Su expediente procesal tiene nada menos que dos terabytes de información, la cual embarra hasta la coronilla a sus antiguos amigos y socios correístas.
Como dicha fecha se avecina pronto, la bancada de UNE$ y sus aliados socialcristianos (v. g. que de cristianos no tienen nada) están “desesperados” porque se dé lo antes posible el juicio político contra el presidente de la República –sin prueba alguna y sin importarles un ápice lo que él diga– y lo más probable es que será destituido de su altísima magistratura otorgada democráticamente en las urnas por el pueblo.
Esta es la verdadera razón de su angustia y desespero, aunque dicho juicio carezca totalmente de “evidencias probatorias” del hipotético peculado por omisión, a lo cual la Corte Constitucional recién redujo en su dictamen expresamente su acción.
Ahora vemos cómo cada día se les está cayendo el juicio a los compadres sediciosos de la Asamblea y por eso ya comienzan ellos mismos a anunciar la supuesta ‘compra de votos’ de sus inicuos homólogos, cosa que realmente no resulta nada novedosa entre nuestros ‘honorables’ legisladores que a duras penas llegaron en bus público a la Asamblea y ahora regresan a sus nuevas mansiones en lujosos autos de alta gama.
Conociendo bien la ‘calidad’ de nuestros padres de la patria, el tema finalmente se reducirá a cuál chequera es más poderosa: la de Bélgica y la de Mocolí… o la de Carondelet.
César Benítez Jiménez