Putin y Jinping por el dominio mundial

Para ganar una guerra se requiere infiltración, justificación (real o creada), dinero y aliados. En la Guerra Fría, Rusia y China crearon ejércitos superiores a EE.UU. y exiguo resto del mundo en hipersónica, espacial y electro-magnética. China produce todo en detrimento de las industrias nacionales con complot de élites capitalistas occidentales y Rusia dejó entrar al capital. El izquierdista J. Biden hizo crecer las arcas rusas con el N. Stream 2, al cancelar el Keystone XL con Canadá (¿y Alaska?). El dragón y el oso siguen contaminando, China con mayor población y producción mundial. Los gringos y el mundo pagan caro el combustible. La pandemia destruyó economías, libertades y vidas. La UE, infiltrada y dividida, denuncian que “¿quieren volver a -neoimperialismo del siglo XIX-XX con nuevas repúblicas en Donbás y Crimea y Putin exigiendo a la OTAN regresar a fronteras pasadas, ambicionando más países que fueron de la URSS”? Con aliados como Bielorrusia, Siria, Irán, Pakistán, Corea del Norte… Por la pequeña y libre Taiwán. China invadió El Tíbet y ¿van por Nepal? A pretexto de Ucrania, Putin, Maduro y Díaz-Canel “quieren poner misiles e involucrarnos en el ojo del huracán nuclear”. Ambos con control político y económico en África, Asia, Europa y desde México a Argentina. Es el Nuevo Orden Mundial Capitalista Totalitario (NOM-CT). Trastornan la paz, libertades, democracia, familia, fe, educación y descendencia humana con manipulación genética, inteligencia artificial, B. Techs, pinchazos, delincuencia brutal, droga, ideología, corrupción, no justicia… ¿Y terrible guerra mundial? ¡Dios salve al mundo!

Juan Carlos Cobo Rueda