Cartas de lectores

La verdad oficial

Parece que la primera víctima de la pandemia ha sido la verdad.

Bajo la sombra del coronavirus han ocurrido, y siguen ocurriendo, cosas en el país que generan interrogantes y despiertan suspicacias, las que abona para que el prófugo y su rebaño hagan de las suyas en las redes sociales. Parece que la primera víctima de la pandemia ha sido la verdad.

Recordemos las proclamas iniciales: confíen en nosotros, estamos preparados; las fronteras y los aeropuertos están vigilados; los hospitales tienen todo lo necesario, el COE está activado, el cerco epidemiológico funcionando, bla, bla, bla...

Basta contrastar las cifras oficiales de fallecimientos por COVID-19 en Guayaquil, con el número de defunciones inscritas en la primera quincena de abril en el Registro Civil de esa ciudad, para echar por tierra las estadísticas oficiales. Los decesos se han producido por miles en pocos días.

Si tan solo atribuyéramos a la COVID-19 una cuarta parte de esas defunciones, Guayaquil tendría nueve veces más muertes que las reportadas.

¿Tiene el Gobierno alguna explicación plausible o no debemos hablar de ello?

Dr. Hugo Romo Castillo