Recientemente se puso en circulación el libro El bicho que se bajó de tren, del escritor Benjamín Ortiz Brenan, novela histórica que recrea, con mayor o menor fidelidad, una época pasada, mezclando hechos y personajes reales con ficticios. Es una novela donde se describe la construcción del ferrocarril ecuatoriano, con todos sus aspectos y contexto temporal, geográfico y social. En especial destaca y analiza aspectos del momento de su población y personajes, como García Moreno, Lizardo García, Leónidas Plaza, Eloy Alfaro, junto con las de los hermanos Harman. Y se mezcla la ideología política de algunos personajes, como la de católicos y liberales, que influyeron en la ejecución del ferrocarril. Asimismo, menciona un gran romance entre un ingeniero de la compañía Guayaquil-Quito Railway Company, William Joseph Walsh y dos damas, una ecuatoriana, Eloísa y otra norteamericana, Nancy. La descripción hace la lectura interesante, amena, de fácil entendimiento, y enseña a comprender la época, ilustra las costumbres del pasado en mínimos detalles. La novela introduce una anécdota familiar en plena revolución liberal. Los argumentos consiguen exponer metas, esperanzas, suspenso, envidias y otras cualidades del ser humano. Con esta novela se deja en claro que Eloy Alfaro siempre estuvo entusiasmado por los ferrocarriles, a los que consideró como la mayor expresión de progreso, sin importar que fuera “el más difícil del mundo”.

Felicitaciones al autor, por recordar tan magna obra. Al mismo tiempo, pedimos al actual presidente rehabilitar el ferrocarril para que no muera.

Robespierre Rivas R.