Maestro de excelencia desde la investigación

Hace unos días participamos en el XII Concurso Nacional y VII Iberoamericano de Excelencia Educativa, organizado por la Fundación para la Integración y Desarrollo de América Latina-FIDAL.

Quedamos admirados por su gran trabajo de maestros y la superación constante en la transmisión de valores, conocimientos, habilidades, destrezas, que converjan todos ellos en un mayor progreso.

Ello me hizo reflexionar en que el educador debe amar su profesión; hoy es de vital importancia que el maestro sea un experto en informática, creativo para sus clases, ya que los medios audiovisuales, material didáctico, videos, redes sociales, plataformas, entre otros, son parte medular de la enseñanza. La enseñanza dejó su exclusividad del aula y de sus cuatro paredes.

La excelencia educativa no solo viene de lo carismático, moral y de la buena enseñanza que pueda presentar un maestro en el aula, sino cómo imparte sus clases, es decir a través de qué medios transmite sus conocimientos.

Ser maestro implica apreciar de cerca el problema; una de ellas es las dificultades emocionales, relacionado con la apatía hacia las matemáticas, convirtiéndose en un serio y difícil problema para el educador. Por tal razón, la matemática debe tener pautas; para que cuyo estudio sea significativo y de esta manera se logre que los estudiantes sean capaces de mejorar su rendimiento.

La solución fue un juego -Aprendiendo las matemáticas con el Súper Doctor TIC-, que consta de contenidos del texto guía de matemáticas del Ministerio de Educación del Ecuador, correspondiente al cuarto grado, y cuenta además con un conjunto de actividades de evaluación y retroalimentación. Se compone de cinco unidades y sus correspondientes módulos, que describen contenidos utilizando elementos multimedia acordes con la edad y nivel de escolaridad de niños.

Roberto Camana-Fiallos