Justicia en deuda

Indigna, que después de casi dos años sigamos viendo en la televisión a los cabecillas de la insurrección, pontificando y de paso amenazando...

En octubre se cumplen dos años del intento de incendiar Quito, derrocar al gobierno, incendiar el edificio de la contraloría, causar el caos; en definitiva, terminar con lo poco de civilización que nos quedaba. Ríos de tinta han derramado patriotas ciudadanos reclamando, suplicando a ratos, que algo se debe hacer para que aquellos hechos no se repitan. Y henos aquí, nuevamente, lanzando otra exhortación a los poderes públicos, en especial al sistema judicial, para que se pongan manos a la obra y empiecen a hacer desfilar ante los jueces a los principales y subsidiarios personajes que causaron tan execrables actos, cuyas consecuencias más graves las sufren, ¡vaya absurdo!, precisamente los pobres a quienes dicen defender. De no impartir justicia por tan graves delitos, el Ecuador seguirá siendo visto en el resto del mundo como una sociedad que continúa en la época de las carretas, confundida, complicada y ocupada en las nimiedades de descubrir quiénes fueron las personas VIP que recibieron la vacuna.

Indigna, que después de casi dos años sigamos viendo en la televisión a los cabecillas de la insurrección, pontificando y de paso amenazando, sobre los mejores caminos que le correspondería tomar al gobierno del presidente Lasso. El mundo al revés.

Ing. Fausto Moscoso Ochoa