La injusta justicia
La de la salud, respeto y civismo, estudio, trabajo y amor, que nos lleva hacia la vida
Con la justicia comprada..., solo nos queda implorar, a Dios que nos ilumine para acabar con el mal. Los entes que otrora hacían que la justicia sea digna, hoy la tienen en la cloaca de la forma más indigna. Gente de mala calaña la mantiene secuestrada, engañada y denigrada; pero nadie da la cara por temor o porque son parte de esta gran jugada. Casi todos hoy se pierden sin pena y con crueldad, en este macabro juego que nos daña, que nos mata, pero es triste realidad. ¡Qué les pasó a los letrados, otrora gente de honor...! Ahora parecen fieras..., disfrazadas de señor. Su palabra blanca y pura destilaba paz sincera, ahora vociferan a gritos, insultos y con querellas para llegar a la nada; pero con la cartera llena y billeteada. Sus figuras sobrevaloradas, son una vergüenza enquistada; lucran con los más pobres y tontos que hay por manadas. El diálogo fue enterrado en el fondo del olvido, igual que sus conciencias, negras... por lo corrompido. Pero les importa poco y todos se hacen los locos. Pobres hombres confundidos. ¡Queriendo matar a la patria y dejarla sin latido.! ¡De qué nos vale el dinero, las riquezas, y amoríos!, si el corazón está triste, por todos los desafíos. Maniatados, encerrados, las familias en zozobra, el futuro hipotecado; el país con mil debacles. Hoy pido a los ecuatorianos que destierren la maldad; lo más bello es el respeto, el amor y la bondad. Y el cambio de camiseta es la mejor receta. Que descarten con firmeza la negra. Que los cubre con la ignorancia: delincuencia, enfermedad, narcotráfico, drogadicción y pobreza; que les traen muerte y dolor. Y se pongan con orgullo la blanca. La de la salud, respeto y civismo, estudio, trabajo y amor, que nos lleva hacia la vida, ¡para por fin tener un gran Ecuador!
Myrna Jurado de Cobo