Hedonismo pernicioso

Así se evitaría el dispendio grosero y pernicioso, y porqué no, corrupto, de tan preciado recurso.​

El aumento exponencial de la población mundial, que ya llegó a los ocho mil millones de personas, y el prurito de gastar dinero sin sentido, están causando el rapidísimo deterioro de nuestro planeta.

Desde el derretimiento de los glaciares hasta la extinción de las luciérnagas se extienden los daños, los cuales se multiplican por doquier en todos los rincones de la tierra.

En nuestro país se acaba de poner en funcionamiento un nuevo proyecto de generación eólica. Este acontecimiento ayudará sin duda alguna a mejorar el parque de generación eléctrica nacional y que, por su naturaleza, servirá a la comunidad sin contaminar el ambiente.

Esperemos, sin embargo, que se detengan las instalaciones de postes de alumbrado público a lo largo de todas las carreteras del Ecuador

Así se evitaría el dispendio grosero y pernicioso, y porqué no, corrupto, de tan preciado recurso.

Fausto Moscoso Ochoa