Sobre la eutanasia

Don Luis de Moya, sacerdote tetrapléjico que se convirtió en símbolo contra la eutanasia, manifestaba: “Cuando me hablan de eutanasia digo: ¡Ay Dios mío, qué locura...! “Es que sufre mucho” (le decían). Pues ayúdale a que no sufra, ayúdale a morir, no lo mates; acompáñalo y quita el dolor que puedas. Primero el físico y luego... el moral, que es el más duro; la soledad, la impresión de inutilidad que pueda tener; enséñale que es hijo de Dios... si no lo ha aprendido...; que por mucho que le pueda costar lo de ahora, no va a ser imposible. Dios sigue siendo bueno y hay muchos que han pasado por ahí... luego, sobre todo, queda la esperanza, que en la vida eterna no hay dolor”.

Mario Monteverde Rodríguez