El dragado del río Guayas va porque va

El 15 de septiembre de 2021 entregué en la Secretaría de la Prefectura del Guayas una comunicación con mis modestas observaciones al Proyecto de Dragado, sin respuesta alguna. El proyecto presentado por la prefecta González contempla el retiro de 6’250.000 m3 de sedimentos que se encuentran alrededor del islote El Palmar, a un costo de $ 47´410.832,46. Como expresidente del Colegio de Ingenieros Geólogos de Minas, Petróleos y Ambientales del Litoral y expresidente de la Sociedad de Ingenieros del Ecuador Zona Litoral, considero que el proyecto debería contemplar la eliminación del islote y el dragado de los sedimentos a su alrededor. Las aves que habitan en el islote no correrían peligro pues migrarían a la Isla Santay. La presencia del islote en el Proyecto de Dragado seguirá siendo un gran problema: su comportamiento será el de un dique; así se argumente que le van a dar forma hidrodinámica, va a seguir rompiendo la energía del flujo de agua y los sedimentos depositándose. Si incorporamos los efectos del cambio climático con lluvias torrenciales, el cauce del Guayas colapsaría, las calles se inundarían y el lodo ingresaría a las viviendas. Con los correctivos técnicos señalados se entregará una gran obra a Guayaquil, como fue el dragado del canal de Jambelí , realizado por el exalcalde Nebot (93 km desde Posorja a Puerto Marítimo a un costo aproximado de $ 240’000.000) con la eliminación con explosivos de Los Goles, dique de rocas Miocénicas (de 23 millones de años) que impedía que se profundice el cauce. Sin su retiro, el proyecto hubiese fracasado. Fue un éxito.