Displicencia, antipatriotismo, antidemocracia, violencia, subversión y terrorismo

Los componentes presentes en las protestas de un sector de las comunidades indígenas no se pueden desaparecer, enterrar, ocultar, pues hubo grupos reclamantes contra una población pacífica y desarmada. Nadie nos los contó, lo vimos en vivo y en directo, minuto a minuto: ataques a la población que trabajaba, que se movilizaba por emergencia de salud. Desde la Asamblea se animaba la agitación pública y encendía el linchamiento y fraude en la votación para conseguir antipatrióticamente la destitución del presidente de la República. Esto llevó al espacio ecléctico que por sabiduría de la Iglesia se lo quitaron de las manos a Saquicela. Animar la agitación y proclamar el inconformismo ancestral para su inmediata solución es una barbaridad. “La enfermedad agravada por nuestras costumbres, nuestro cielo triste, nuestro paisaje agreste. Todos estos factores han hecho de la mujer ecuatoriana y muchas veces del hombre, un ser débil, de poca iniciativa y una víctima de las enfermedades nerviosas. Debido a esta idiosincrasia nacional, toda innovación se ha considerado como un peligro, toda ambición de mejora social y política, peligrosa, y toda expansión, criminal” (Luis A. Martínez, A la costa) lo que hace prevalecer la miseria política, económica, social y cultural. Ahora propiciarán otra amnistía: nuevamente impunidad para los “infiltrados”.

Ab. Franklin Lituma Manzo