Cartas de lectores

Lo que no se dice ni dirá en debates y campaña

y que deberían ser de los temas principales de análisis: aceptar que el actual modelo “democrático” está degradado y degenerado. Que corresponde rediseñarlo si se quieren ver los efectos positivos de una democracia debidamente ejercida. Declarar que la función pública sea de carrera hasta la primera magistratura. Eliminar los cargos de “libre remoción”. Erradicar definitivamente la improvisación, el aventurerismo y el compadrazgo electoral de la función pública. Eliminar definitivamente los partidos electoreros y calificar solo a los orgánicos. Declarar que el talento humano para la función pública sea especializado y de carrera, debidamente calificado. Que la Asamblea sea un ente técnico especializado y nunca más politiquero. Que se cree un Consejo de Gobierno para el Ejecutivo, como todo gobierno autónomo descentralizado, y eliminar a los dictadores que han llegado a Carondelet. Que el Cpccs sea el ente de formación y calificación del talento humano para la Función Pública. Para esto requerimos una reingeniería constitucional democrática.