Nuestros derechos irrenunciables e
imprescriptibles...

Los derechos que tenemos no los podemos perder. Las leyes deben ser justas y favorables para la ciudadanía, por eso debemos reclamar nuestros derechos cuando son pisoteados.

Vale aclarar que existen derechos civiles, sociales y políticos que constituyen la esencia de la democracia. Entre los civiles tenemos el derecho a la vida, a la integridad física, a la libertad en todos sus campos, a la justicia, a la privacidad, a la igualdad ante la ley, a la no discriminación, entre otros. Los derechos sociales son el derecho al bienestar, a la seguridad social, a vivir con dignidad, a la salubridad, entre otros. Los derechos políticos son los derechos a votar, a elegir libremente, a la transparencia electoral, a que se respeten los derechos ciudadanos, a ejercer la auditoría social, a los cargos públicos en igualdades de condiciones.

Definitivamente estamos refiriéndonos al respeto de la declaración de los DD. HH., a la Constitución vigente, a las leyes conexas y a todas aquellas que garantiza el buen vivir de la ciudadanía. Estos derechos democráticos son un medio necesario para el desarrollo humano, como lo decía Mons. Leonidas Proaño, que indicaba: “no todo lo justo es legal, ni todo lo legal es justo; busquemos una nueva justicia, una nueva legislación, una nueva democracia, y un gobierno de todos, para todos, con todos y junto a todos; que todos tengan trabajo, salud, educación, seguridad y garantía de vida”.

Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo