En deporte nunca se puede decir cuando es demasiado tarde

El atleta de color les dijo a todos los incrédulos, que nuestras vidas hay que saber cuidarlas en salud, pero amando a Dios sobre todas las cosas.

Quienes se atrevan en algún momento a comentar del deporte, nunca deben asegurar cuál es la hora, el día o el año que marcará en definitiva el “demasiado tarde” para volver a empezar.

¿Sabían ustedes a qué edad se vuelven viejas las personas que no hacen ninguna actividad física?

Unos dicen que es cuando se arruga el corazón. Otros apuntan a que la mayor eficiencia muscular es alcanzada y mantenida desde los 10 hasta los 21 años de edad.

Los fisiólogos del gusto, como Brillat Savarín, opinan en cambio, que gallina vieja siempre brinda buen caldo, ya que las proteínas presentes en el tejido musculoso son las que se trasmiten con los años, y que es mediante el hervor que llega al caldo.

En este siglo vivimos una etapa importante en el deporte de alta competencia. Los atletas jóvenes están conquistando más elogios que los de pasadas décadas. Sin embargo, el mundo deportivo también se ha visto impresionado por los triunfos alcanzados por ‘viejos atletas’. Y el mejor ejemplo lo tuvimos hace poco al interior del club Barcelona de Guayaquil: la dirigencia no quiso negociar el pase del centro atacante Roberto Quiñónez, a quien por haber cumplido 37 años de edad lo calificaron de viejo para las aspiraciones del equipo ‘canario’.

La Tuca en cambio regresó para coronarse campeón con el club Aucas de la capital de la República. El atleta de color les dijo a todos los incrédulos, que nuestras vidas hay que saber cuidarlas en salud, pero amando a Dios sobre todas las cosas.

José Emilio Ruiz Ortiz