La crisis política debe terminar

La crisis política y su sistema alimentan la corrupción de inimaginable magnitud, tanto así que la legitimidad de todos los partidos políticos que han gobernado está por los suelos. Estamos viviendo una grave crisis que ha desnudado al sistema político ecuatoriano corrupto, obeso y antidemocrático, que debe cambiar drásticamente.

Los ciudadanos conscientes y organizados pueden iniciar o propiciar un necesario cambio radical para que el nuevo gobierno asuma el compromiso de abrir una Asamblea Constituyente que defina y diseñe una Constitución política seria y que sea realmente garantista en la práctica.

Jaime Andrés Véliz