El cortés Don Naza

El escándalo Naza sumado al atentado del radar de Montecristi debe ser aclarado y castigado. Las Fuerzas Armadas no pueden desprestigiarse bajo ningún motivo

La plata mueve montañas y no digamos cuarteles y el señor Fitzpatrick, embajador de EE. UU., lo advirtió hace semanas, justificando el retiro de visas a gente indeseable. Aprovechó la ocasión para denunciar la presencia de altos mandos narcos en Ejército y Policía, lo que de no ser cierto habría provocado una guerra contra el imperio. Ningún ciudadano con terno puede entrar así nomás al Ministerio de la Defensa, y peor con maletas donde podría ir una bomba. En este caso, un exmilitar delincuente que perjudicó a cientos de familias captando dinero y ofreciendo altos intereses, entra como Pedro en su casa llevando mucho dinero. Opino que hay militares que confiaron su plata a don Naza y él tan comprensivo les devuelve en su lugar de trabajo, obteniendo honores, ignorando al resto de perjudicados y haciéndose humo. Algo similar sucedió con el notario de Machala, pero allí los militares se pusieron bravísimos, los más gallos se embarcaron en el avión del presidente e invadieron la oficina del notario recuperando ‘su’ plata, con intereses más altos cuanto más profundos eran sus bolsillos. El escándalo Naza sumado al atentado del radar de Montecristi debe ser aclarado y castigado. Las Fuerzas Armadas no pueden desprestigiarse bajo ningún motivo.

Dr. Carlos Mosquera Benalcázar