La consciencia es el conocimiento de la propia existencia, es decir, se refiere al autoconocimiento y exploración de uno mismo. En conclusión, estamos en la obligación de ser consciente de tomar la mejor decisión este 2021. Pero viene lo opuesto: la inconsciencia que durante mucho tiempo ha formado el ciudadano en gran parte de lo que hacemos y decimos. Y gracias a esa gran inconsciencia tenemos los resultados palpados los últimos 32 años en política y políticos. En nuestra inconsciencia habitan creencias muy disfuncionales, o sea, la creencia de no sentirnos merecedores de un nuevo país, con personas doctas que administren los recursos públicos sin ese afán voraz de hacerse ricos a costilla de los impuestos ciudadanos. Es hora de proyectarnos hacia una nación boyante, con innumerables vacantes de empleos, alejados de las drogas, con un extraordinario sistema de salud, educativo y un responsable plan integral de seguridad para los ciudadanos. Usemos la consciencia para autoanalizar responsablemente los pros y contras de una decisión electoral que se avecina. Olvidemos el pasionismo o compadrazgos políticos y aniquilemos la inconsciencia en que hace daño al Ecuador entero. Es hora de despertar esa conciencia cívica que ayude a romper cadenas  de creencias disfuncionales, absurdas, que azotan hasta el delirio a una generación joven en crecimiento y a generaciones futuras. ¡La mejor herencia es la ética, moral y equidad social!

Jaime Véliz O.