Cartas de lectores: Todavía se habla de fraude

Para acabar esta ridiculez, Fiscalía/TCE llame a obreros de fábricas de bolígrafos y demuestre que la tinta no vuela

Ya mismo se cumplen dos meses desde que fuimos a votar en segunda vuelta electoral, para elegir presidente de la República entre los dos candidatos finalistas. Luego de ese resultado del 13 de abril del 2025 tantas cosas se han dicho.

La candidata perdedora y su mentor, el prófugo de Bélgica, ambos de forma reiterativa han manifestado que se ha consumado un fraude electoral, del cual se habla y se ha puesto una denuncia en estos días. Las redes sociales lo difunden a diario, como si fuera noticia de primera plana. El candidato ganador ya está posesionado y ejerciendo funciones que le competen en su calidad de primer magistrado.

Pero lo mas risible y absurdo, es que la denuncia presentada en este contexto es que, según la candidata perdedora, a nosotros, los 12 millones de votantes, nos han puesto en cada biombo un esfero con una tinta voladora a la que ahora le cambiaron el nombre y que actualmente llaman tinta transferible.

Dicen que el esfero utilizado (desde que recuerdo haberla utilizado en la escuela y colegio, se llama esferográfica: según este caso específico es de color negro o azul), lo cierto es que ya presentó la demanda un abogado de la RC.

Pienso que, para terminar con esta payasada o ridiculez de que se presten las personas para hacer una denuncia, quedando en ridículo ante el país, me permito sugerir a los señores de la Fiscalía o del TCE., receptores de esta demanda, que llamen a declarar a los obreros de las fábricas donde se procesan y se producen las esferográficas de color azul, negro y roja que, como académico que soy, son las únicas que conozco, y que sean ellos quienes les den una clase demostrativa e ilustrativa a los denunciantes y los hagan quedar mal y en ridículo, indicando que no existe una tinta voladora o transferible.

El país tiene cosas más importantes que atender: combate frontal a la delincuencia y a la minería ilegal, traer inversión extranjera, cambiar leyes y reglamentos de cargas impositivas e impuestos que son onerosos para el posible inversionista extranjero; porque este, va a ser el futuro generador de fuentes de empleo. 

El ecuatoriano joven, actualmente graduado de colegio o de universidad, se va huyendo de este país, porque aquí no tiene posibilidades de empleo, a otros países.

Hasta que esto se dé van a pasar mínimo dos años y ellos ya lo saben, porque aquí ya perdieron las esperanzas.

Roberto Flores