Cartas de lectores: El mundo espiritual

Este otro mundo es invisible a ellos, pero puede ser captado por medio de los ‘ojos del corazón’

Los sentidos humanos son las vías que nos permiten obtener información de lo que ocurre a nuestro alrededor. Los principales son: vista, oído, tacto, gusto y olfato, aunque hay quienes aseguran que hay más. El ojo humano está capacitado para responder a longitudes de onda de luz entre 380 y 750 nm. El arcoíris es un ejemplo de la refracción de la luz en el espectro visual humano. La luz ultravioleta, aunque no es captada por el ojo humano, existe y está por debajo de los 380 nm de longitud de onda. Igual cosa sucede con la luz infrarroja, está situada por encima de los 750 nm de longitud de onda; tampoco puede ser captada por el ojo humano, pese a que es real. Algo similar ocurre con el oído humano, que solo capta sonidos entre 16 y 20.000 hertzios, ubicándose el infrasonido y el ultrasonido por debajo y por encima, respectivamente, del espectro audible humano normal. Con estos ejemplos se pretende demostrar que nuestros sentidos son limitados y solo captan el espectro para el que fueron creados. Fuera de este existe actividad que no es detectada por los sentidos humanos, cuya presencia, sin embargo, se puede demostrar por otros medios. Nadie hubiera creído que existía otro mundo además del que percibimos con los sentidos. Este otro mundo es invisible a ellos, pero puede ser captado por medio de los ‘ojos del corazón’ y por la sensibilidad del espíritu. Es un mundo profundo, interior y está en franca oposición al mundo carnal y material en el que vivimos. Ese es el mundo espiritual, desconocido por algunos e ignorado por muchos.

Gustavo Vela Ycaza