Cartas de lectores | Morbo

Sin embargo, la esperanza nunca muere y esperamos que el tío Samuel se encargue de los narcos

El Diccionario de la Real Academia Española -DRAE- define morbo como el “interés malsano por personas o cosas y también como la atracción hacia acontecimientos desagradables”. En ambas enunciaciones, lo característico es la atracción o interés por lo malsano o desagradable; morbo viene del latín que significa que tiene una enfermedad. Entre los diversos componentes que se le pueden atribuir al morbo están la maldad y la estupidez, como más relevantes. Puede llegar a ser malo sin arrepentimiento alguno y esto puede atribuírsele como estúpido. En cuanto a mí respecta, cuando pienso en lo arriba escrito se me viene a la mente pensar en algunos aspectos relacionados al acontecer cotidiano de la política latinoamericana. Puedo ubicar a un ciudadano presidente mexicano que tiene un interés malsano de conceder asilo a delincuentes, y a otro ciudadano ecuatoriano expresidente y prófugo de la justicia tener conexión con el narcotráfico y organizaciones criminales locales. El primero es descarado e insolente, y el segundo un traidor al cielo del suelo que lo vio nacer. Puedo ver a un cacique cubano que oficia de granjero, a un guerrillero colombiano, a un ‘homo erectus’ en Venezuela, a un matriarcado primitivo en argentina. Puedo ver en una asamblea una cueva de Rolando y una caja de Pandora, un lugar peligroso donde emergen todos los males. Puedo ver que América Latina ama la irracional, injusta y peligrosa pobreza.

El morbo de imponer en América Latina los dictados del foro de Sao Paulo y librar una terrible guerra con armas narcóticas. El morbo de privar de la vida a la fiscal Diana Salazar, como lo hicieron con Villavicencio.

Sin embargo, la esperanza nunca muere y esperamos que el tío Samuel se encargue de los narcos, pues es de su incumbencia velar por su pueblo y no permitir que la droga mate a sus jóvenes.

Jorge Morán Mosquera