Cartas de lectores: El mejor pan de Ecuador según la IA

El pan cuencano es delicioso y cuenta con una historia profundamente arraigada en la vida cotidiana de la ciudad

La Inteligencia Artificial (IA) ha potenciado su capacidad para analizar y procesar grandes cantidades de información, lo que le permite hacer evaluaciones exhaustivas sobre diversos temas, incluida la gastronomía. Para identificar cuál es el mejor pan de Ecuador y en qué ciudad se produce, se emplearon modelos de IA que consideraron factores como textura, sabor, aroma y otros aspectos clave.

Según la IA, destaca el Pan de Pinllo, ubicado en la provincia de Tungurahua, reconocido por su sabor único y su preparación artesanal. El uso de hornos de leña alimentados con madera de eucalipto y la tradición de amasado manual le confieren una textura y gusto inconfundibles. Este pan ha trascendido fronteras, siendo apreciado en ciudades como Quito y Guayaquil, e incluso en el extranjero, entre comunidades de inmigrantes ecuatorianos.

La IA manifiesta que la ciudad de Cuenca, con su histórico barrio de Todos Santos, ha perfeccionado el arte del pan artesanal cocido en hornos de leña. Este método ancestral aporta un sabor único y una textura que evoca nostalgia. Panaderías como la de las Madres Oblatas llevan más de un siglo utilizando hornos que son verdaderas reliquias culturales. El pan cuencano es delicioso y cuenta con una historia profundamente arraigada en la vida cotidiana de la ciudad.

La comuna de Cadeate, en la provincia de Santa Elena, ha sido identificado por la IA más que como una tradición, como el sustento de la comunidad. Con alrededor de 50 panaderías que operan en hornos de leña, el 70 % de la población se dedica a la elaboración de panes de formas y sabores innovadores, como los de tortuga y cocodrilo. Esto ha llevado a Cadeate a ser conocida como la ‘Capital del Pan’ en la Costa ecuatoriana.

El uso de la IA para analizar datos gastronómicos ha permitido identificar las ciudades ecuatorianas donde se elaboran los mejores panes. Sin embargo, más que señalar una ciudad como la ganadora, lo más recomendable es disfrutar de la rica y variada oferta de panes que el país tiene para ofrecer.

Roberto Camana-Fiallos