Cartas de lectores: La inteligencia del mal

El hombre va por mal camino, la inteligencia del mal lo va derrumbando y el fin se va acercando

Nadie duda de que el pecado puede producir sensaciones placenteras, pero sus consecuencias siempre serán desagradables e inquietantes. El pecado viola las leyes que intentan exaltar el bien y alejar al hombre del mal camino.

Con horror contemplamos en los noticieros cómo los miembros del mal son exaltados y los defensores del bien son atacados cruelmente. Incomprensible es el crecimiento del antisemitismo, con el apoyo de individuos preparados en las mejores universidades y de personas de endeble cacumen, juntos aplaudiendo y aupando a los terroristas de Hamás, a pesar de que han violado, incinerado y asesinado a muchas personas a las que ellos odian. 

Más ejemplos abundan en nuestra América: Maduro robando la democracia en Venezuela; Díaz-Canel encarcelando las esperanzas; México convirtiendo su país en santuario de delincuentes ecuatorianos; Bolivia intentando esconder el delito venéreo de Evo y Nicaragua creando su propio ejército para defender a la pareja de seniles mandamases. Mientras ellos van pisoteando el camino derecho, el mundo responde con un ensordecedor silencio.

El mal está creciendo en el mundo. La Biblia lo confirma, ya que en su primer libro el mal es tan solo una serpiente colgada de un árbol y en el último capítulo se ha convertido en un poderoso dragón. El hombre va por mal camino, la inteligencia del mal lo va derrumbando y el fin se va acercando. El vaso está rebosando, ya no es posible llenar el mundo con más maldad…