Con alegría y mucha emoción, la ciudadanía de la capital de la República está celebrando la por tanto tiempo esperada entrada en operación comercial del Metro de Quito. Al fin este medio masivo de transporte ha entrado en servicio. Gran cantidad de personas de la ciudad y de otras del país, pugnan por recorrer la urbe en este moderno y novedoso medio. 

El burgomaestre visiblemente emocionado y con derroche de positivismo que contagia, declaró para EXPRESO el 19 de diciembre de 2023: “El Metro es un éxito, está cumpliendo con sus objetivos”, “el Metro ha recuperado la identidad de ser quiteños”. En muy pocos días de servicio, el Metro ha superado los dos millones de viajes (no pueden ser viajes, deben ser pasajeros). 

Luego de la justa algarabía del pueblo quiteño, aterricemos a la realidad. En el supuesto de que sean dos millones doscientos mil los usuarios servidos en 18 días, el promedio es 120.000 pasajeros/día, cifra que está lejos de la aspiración del alcalde, que quiere llegar a 400.000; apenas corresponde al 30%. 

Considerar que los días mencionados son de novelería, cuando esta pase, por razones de logística del usuario, la tendencia será hacia la baja (es una ruta más del SITP). Ahora, las finanzas están así: a caja de la Eppmq está entrando 1,4 millones USD/mes; 1,1 millones USD/mes corresponde a usuarios comunes y, 0,3 millones USD/mes a usuarios especiales (medio pasaje). 

Por otro lado, el Municipio de Quito tiene que desembolsar 3,5 millones USD/mes, costo de la operación y mantenimiento del sistema; luego el saldo en rojo es 2,1 millones USD/mes; 25,2 millones USD/año (subsidio). Esto indica que al momento el transporte masivo, que al decir de las autoridades municipales será la solución al insoportable tráfico quiteño, está subutilizado, y “no está cumpliendo con los objetivos”. 

La causa: inició sin alimentadores, error que, si no corrigen a tiempo, más temprano que tarde el Metro de Quito se paralizará por desfinanciamiento. Para evitarlo, se recurrirá a lo que dice el alcalde: “el Metro ha recuperado la identidad del quiteño, buen pagador de impuestos”.

Marco A. Zurita Ríos