Cartas de lectores: El encebollado
El guayaquileño es embajador del encebollado, un plato que trasciende fronteras y celebra la identidad con cada cucharada
En la publicación del diario EXTRA de julio 14 de 2025 se publica un reportaje especial sobre el encebollado, la sopa más querida por los ecuatorianos y que comienza a buscar un espacio gastronómico en los paladares de otras nacionalidades, presentando el reportaje sus secretos, origen, almacenamiento, aporte nutricional.
Recuerdo haber leído en una publicación de una revista de una tarjeta de crédito un extenso reportaje sobre el origen del encebollado y hoy que voy a servirme mi encebollado para iniciar la semana me doy cuenta de que no tengo los $4,50 para servírmelo en Urdesa o Samborondón.
Opción 1, irme a Mapasingue, cercano a Los Ceibos, Colinas de los Ceibos, Cumbres, Ceibos Norte, donde por $1,75 me sirvo un encebollado de albacora en presentación pequeña, y quedarme con hambre.
Opción 2, irme al suburbio, que en Guayaquil inicia desde la calle Octava y genera la llamada comúnmente Ciudadelas Las avas y comprar a $ 2,50 el encebollado en presentación normal. Escojo la segunda opción y llegado al sector saludo con un conocido de barrio que me comenta que en los exteriores de un hospital del día municipal una carreta ofrece el encebollado de bonito a $ 1,50, incluido el chifle, lo que hace a esta sopa accesible al bolsillo de todos los que vivimos en Guayaquil.
No hay sitio donde no haya un puesto de venta de encebollado con aire acondicionado o al aire libre, con factura y sin factura, negocio formal e informal, y en todos ellos la actividad económica permite que fluya dinero a proveedores de productos y servicios, al Estado, y que genere empleo, creando un efecto multiplicador que algún estudioso lo estará determinando en su incidencia en las familias que se benefician de esta actividad.
Si otras culturas tienen rituales para servirse el té, el vino, el whisky, las pastas, los dulces y tantas bebidas y comidas que hay propias de diferentes países, regiones y ciudades, cada guayaquileño se convierte en un embajador cultural de este plato apetitoso para propios y extraños en Guayaquil y fuera de las fronteras patrias. ¡Viva el encebollado!
Ricardo Nieto Gómez