Cartas de lectores: Educación intercultural bilingüe en Ecuador, ahora

La educación intercultural bilingüe en Ecuador ha perdido autonomía desde 2009, afectando a pueblos indígenas

Educación intercultural bilingüe en Ecuador, ahora Por acuerdo entre la Conaie y el Ministerio de Educación, en 1988 se estableció la Educación Intercultural Bilingüe como instancia dentro del Estado y con alto grado de independencia. 

Luis Montaluisa, lingüista quichua, fue fundador y director de la Dineib (Dirección Nacional de la Educación Intercultural Bilingüe). Su trabajo se enfocó en dar a la nueva institución un carácter específico y científico. Planificó todo un sistema para la educación intercultural bilingüe: se elaboraron currículos, se escogieron docentes, se planearon acciones e investigaciones, se prepararon cuadros pedagógicos. 

La Dineib fue reconocida en 1992 como un espacio de autonomía dentro del Estado ecuatoriano y dio impulso a una educación apropiada y anhelada; los indígenas la consideraron parte de su trayectoria histórica y logro político frente al Estado excluyente. Estuvo vigente hasta 2009 y pese a haberse declarado ya a Ecuador Estado Plurinacional en 2008, fue eliminada con el decreto ejecutivo 585 por Rafael Correa. 

Así terminó con la descentralización del sistema educacional. Correa justificó su decisión diciendo que “fue tomada para preservar la unidad nacional”. Los indígenas, y en especial la Conaie se pronunciaron contra la medida que violaba el derecho de pueblos y nacionalidades a una educación propia y a participar en el Estado con espacios autonómicos. 

En 2013 se oficializó el Moseib, modelo del sistema de la EIB, pero fue criticado acertadamente por el excesivo predominio del Estado y la ausencia de rigurosidad para entender las culturas y lenguas de los pueblos indígenas. 

Lenín Moreno acentuó la subordinación al sistema nacional y con Guillermo Lasso se debilitó la conexión de la EBI con las comunidades indígenas. Frente a tanto menoscabo la Conaie ha protestado pero no ha propuesto nada esencial pues su presidente en funciones no habla quichua y no asume los profundos conocimientos ancestrales de los pueblos indígena. Entre más autonomía tenga la educación indígena será más fácil enseñarla, aprenderla, más fuerte su relación con las comunidades y más claro su carácter reivindicativo frente al Estado dominante y ajeno.

Ileana Almeida