Cartas de lectores: Ecuador requiere urgente una revolución de conciencias
¡Ecuador necesita un liderazgo que convoque y no divida al pueblo!
Todos sabemos que las esperanzas no llenan pero mantienen la creencia de que un cambio positivo es posible, trabajando duro y constante para lograrlo. En Ecuador esta esperanza se mantiene a la hora de participar en los procesos electorales para logra un cambio de Gobierno, pero no de régimen, pues generalmente se elige a la misma clase política, con otras máscaras.
Entonces nuestra esperanza debería ser lograr un cambio de régimen, es decir un cambio en instituciones, políticos y en las leyes que sostienen el sistema gubernamental, que han concentrado el poder en una clase política retrógrada. Esta real forma de gobernar de nuestra clase política ha favorecido la concentración de la riqueza y poder en una élite político-empresarial alejada cada vez más de los sagrados intereses de la nación y de su gente, protegiendo oscuros intereses de grupos de poder abusivos, en contubernio con intereses supranacionales hegemónicos por décadas.
Para asegurar un cambio real y positivo para toda nuestra patria es imperativo organizar una nueva clase dirigencial, integrada por personas de trayectoria de trabajo honrado y vida ciudadana honesta, auténtica y alineada, y además conscientes de los sanos intereses de la mayoría. Esto no es trabajo de una sola persona ni de una masa amorfa electoral manipulable.
Para esto se requiere urgente una revolución de consciencias basada en organización, capacitación y formación política masiva de los ciudadanos, que los promueva, mezcle y amalgame en pos de un proyecto nacional que procure el bien común y que neutralice toda posibilidad de engaño y manipulación por cualquier medio. La manipulación del elector inmerso en una cultura conformista y permisiva hace que este al votar siga eligiendo a los mismos verdugos, ineptos y corruptos de siempre.
El pueblo adormecido, aún unido, será inexorablemente vencido en sus propios intereses, como hasta ahora ha sucedido. Es hora de que despertemos y elijamos conscientemente, conociendo a fondo quienes nos pretenden gobernar. ¡Ecuador necesita un liderazgo que convoque y no divida al pueblo!
Mario Vargas Ochoa