Cartas de lectores | Atención Corte Constitucional
La CC en un acto de sensibilidad con los trabajadores debería revisar la sentencia
Es lógico y racional, aunque puede ser utópico, que en la relación empresarios-trabajadores imperen el respeto y buen trato entre ambas partes, lo que redundaría en beneficio mutuo y mayor proporción para los empresarios. Lamentablemente, la avaricia incontrolable de ciertos empresarios contribuye a que este anhelo no se cumpla. Un ejemplo es lo que ocurrió a raíz de la pandemia de covid-19, cuando el gobierno en su afán de preservar el empleo y garantizar la sostenibilidad de la producción y fuentes de ingreso en situaciones emergentes expidió la Ley Orgánica de Apoyo Humanitario, la que en el capítulo 3, art. 19 estableció la figura de Contrato Especial Emergente. Esta modalidad se aplica indiscriminadamente, obligando a que muchos profesionales en diferentes áreas trabajen en inestabilidad laboral, negándoles la posibilidad de acceder a préstamos, tanto en el sector público como privado. Es tal el abuso que para el pago de la liquidación de haberes se demoran meses e incluso años, sin que la anomalía sea observada por el organismo competente. Sin embargo, vale reconocer la actitud del Ministerio de Trabajo que, consciente de su responsabilidad y una vez que la emergencia de covid-19 fue superada, en julio de 2024 solicitó derogar el capítulo 3 de la ley. Pero la Corte Constitucional (CC), con sentencia 49-20-IN/25, se niega a hacerlo, aduciendo que esta figura de contrato no transgrede el criterio de temporalidad, pues su acción no se circunscribe a la pandemia sino a cualquier otro contexto que tenga como finalidad la sostenibilidad de la producción y fuentes de ingreso. Así, la CC deja el camino expedito para que ciertos malos empresarios abusen de esa modalidad de contrato, dando trato humillante a los trabajadores, quienes presionados por la necesidad lo aceptan. La CC en un acto de sensibilidad con los trabajadores debería revisar la sentencia a fin de evitar que se sigan cometiendo estas atrocidades. Esta es una oportunidad para ciertos políticos que se ufanan en decir que son la voz de los que no tienen voz: asuman esta lucha para evitar que se sigan cometiendo atropellos.
Ángel Montoya C.