Cartas de lectores | El Leviatán desencadenado
Desencadenen al gigante Leviatán. Que aplaste la cabeza de la antipatria
Para garantizar que el “monopolio legítimo de la fuerza” pertenezca al Estado, Hobbes lo compara con un gigante —el Leviatán— encadenado al Contrato Social (mi Poder en la Constitución). Resulta triste que la Iglesia respalde el chantaje del “diálogo” subversivo para que el Mandatario desista de consultar al Mandante.
La mafia política no da puntada sin hilo: su denuncia de un supuesto “fraude con tinta mágica” fue un meme repetido hasta convertirse en “verdad”, parte de su “plan B” golpista. Tras la tunda de votos en las urnas, entrenaban fuerzas paramilitares clandestinas en las fronteras, auspiciadas por mineros ilegales de oro, traficantes de diésel y narcotraficantes. Esa mafia sabe que su invocado “derecho a la resistencia plurinacional” —impunidad legalizada— será ilegal tras la Constituyente. No existen “dos fuerzas que deben sentarse a dialogar”: hay un terrorismo ilegítimo desafiando el legítimo monopolio de la fuerza del Estado, bajo poder constitucional (léase: la banda presidencial).
Desencadenen al gigante Leviatán. Que aplaste la cabeza de la antipatria. Da igual que los enemigos del Estado vistan poncho o sotana.
Paul Tapia Goya