Cartas de lectores | El cartero dejó un sobre y se fue…

La comunicación es la base desde grupos de a dos (pareja) hasta la sociedad en general para crear unidad

La costumbre de recibir cartas escritas a mano se va perdiendo de a poco con la evolución de la comunicación híbrida entre humana y tecnológica. No es lo mismo leer una carta escrita a puño y letra, impregnada con el perfume del emisario, que recibirla a través de un correo electrónico o un frío mensaje de WhatsApp, por medio del celular.

Nos estamos perdiendo como seres humanos, a tal punto, que estamos queriendo regresar a un sistema funcionalista: emisor- mensaje- receptor; y el razonamiento, los sentimientos se los quiere colocar en segundo plano, lo cual es imposible, porque tenemos la cualidad de discernir el mensaje, así como, la decisión de acatarlo o no.

Por eso, en el caso de algunos medios de comunicación cuentan con secciones para informar los principales hechos del país y otros espacios para los análisis de expertos y la opinión de los lectores. Así es como deben funcionar no solo los medios de comunicación, sino, la sociedad entera.

Un feedback permanente, retroalimentación, es indispensable para evitar crisis, desgastes vanos y una sociedad mejor informada, organizada y comunicada, desde las altas esferas externas e internas.

Si no sabes comunicar decisiones importantes y socializarlas, ten listo el buzón de quejas, los reclamos de tus clientes, la insatisfacción de los usuarios de tus servicios, a un alto costo que pasará tu factura de credibilidad y presupuesto no establecido.

La comunicación es la base desde grupos de a dos (pareja) hasta la sociedad en general para crear unidad y decisiones en conjunto, por ello la frase popular: “Dos cabezas piensan mejor que una”.

Ahora si el cartero me ha dejado una misiva debajo de la puerta, ¿quién le asegura que la recogí? Alguien la puede sustraer, incluso el viento o estropearse con la lluvia. Así son las consecuencias cuando impones una orden y el destinatario se desorienta porque no hubo un cara a cara, una socialización previa para conocer tal disposición.

¿Esperaremos más cartas acumuladas y estropeadas? Volvamos a la costumbre de provocar el diálogo y concentrémonos en ser una sociedad fortalecida, valorando nuestras esencias diversas y empatía analítica.

Elizabeth Terán Rojas