Cartas de lectores | Ecuatorianos transcienden en California
Mi amiga Karina Gálvez pidió hacer el brindis y recitó un poema deseándome paz, salud y amor
Viajé a California porque mi hija y mi yerno quisieron celebrar mis 83 años. Ella ya me había festejado mis 80 en Guayaquil, donde nuestra familia Gómez, que es muy unida. Mi hija emigró tras completar una carrera tecnológica y, al hablar inglés, ingresó a una universidad politécnica en California, trabajando y estudiando al mismo tiempo. Allí conoció a su esposo, hijo de ecuatorianos y también graduado de una universidad de prestigio. Ambos trabajan como profesores y cuentan con estabilidad económica.
La celebración fue en su casa. Me sentí muy contenta y agradecida. Asistieron mi hermano y mi cuñada, los padres y hermanas de mi yerno, mi prima, mi sobrino y amigos ecuatorianos que suelen visitarnos. También vi a la hija de una amiga, quien vive en California y continúa la tradición de su madre con un jardín infantil en casa.
El padre de mi yerno trabajó en Ancón y gracias a su preparación pudo emigrar con sus hijas, quienes también estudiaron. La clave del éxito siempre ha sido la educación, la eficiencia y la honestidad. Mi único hermano también emigró; aprendió inglés, estudió Ciencias Políticas y se graduó. Él y su esposa, ambos ecuatorianos, están ahora jubilados, al igual que una prima muy querida cuyos hijos y nietos son profesionales.
Con amigos ecuatorianos, uno de ellos veterano de Vietnam, visité lugares históricos en San Diego, como el portaaviones USS Midway y monumentos dedicados a los marinos y a Bob Hope. Con mi hermano conocí Monrovia, aunque no hubo tiempo para quedarme más días por las distancias.
Mi hija y mi yerno me llevaron a varios sitios hermosos: dos lagos, Solvang, la playa, Hearst Castle y un hotel Marriott. Sus casas son cómodas, en lugares seguros. Me sentí feliz y orgullosa de mi familia y de los ecuatorianos que viven en California.
Mi amiga Karina Gálvez pidió hacer el brindis y recitó un poema deseándome paz, salud y amor. También cantó Amor a la ecuatoriana’.
Laura Esther Gómez Serrano