Cartas de lectores | E.C.V.
En el ejercicio profesional se ha caracterizado por la solvencia de sus argumentos
La vida coloca a las personas en situaciones que jamás pudieron prever, como sucede a los abogados que luego de una larga carrera profesional, ejercida con probidad y entereza, tienen que soportar el latigazo de una acusación intempestiva y sin sentido que solo persigue alcanzar protervos fines.
Conozco desde hace más de treinta años a Eduardo Carmigniani Valencia y lo he visto comportarse siempre como un caballero a carta cabal, comenzando en las aulas universitarias en que formó parte de un selecto grupo de estudiantes, hoy exitosos profesionales, que pugnaban por la superación a través de la exigente y sacrificada carrera del Derecho, en que me cupo el honor de ser su profesor.
Posteriormente me correspondió observar su diligente desempeño como miembro de la Junta Bancaria, en que demostró su entrega total y desinteresada en las funciones encomendadas, aportando con inteligencia y valentía al logro de los objetivos propuestos.
Con posterioridad, ya en el ejercicio de sus actividades profesionales se convirtió en uno de los más entusiastas impulsores de la introducción del arbitraje en la solución de conflictos jurídicos en el país.
En el campo académico fue un dinámico propulsor de la Academia Ecuatoriana de Derecho Societario.
También ha incursionado en el periodismo, manteniendo una de las columnas semanales más leídas de uno de los diarios más importantes del país, informando y criticando las situaciones más trascendentales del devenir jurídico nacional.
En el ejercicio profesional se ha caracterizado por la solvencia de sus argumentos y la pasión con que siempre ha asumido la defensa de casos que le han sido confiados, sin que nadie jamás lo haya acusado del cometimiento de alguna irregularidad, por lo que a todas luces resulta que la acusación que ahora soporta obedece más a razones de tipo político que del juzgamiento de moralidad y legalidad de sus procedimientos personales.
Es de esperar que las personas encargadas de la administración de justicia obren en este caso con la imparcialidad, conocimiento y respeto a la personalidad y hombría de bien de este distinguido ciudadano.
Dr. Jorge Egas Peña