Cartas | Con una Constituyente se perdería tiempo y los maleantes se fortalecerían
¿Por qué no se asesora bien el presidente y ordena la reforma más urgente de la Constitución de Montecristi?
Nuestro país está convulsionado por la inseguridad, no tenemos paz afuera ni en nuestros hogares. Los informativos alarmantes alteran nuestro estado de ánimo. Recién pasamos unas elecciones para elegir al menos malo. Ninguno propuso soluciones concretas a los problemas que nos agobian, ni presentaron propuestas para un cambio claro. Algunos, anclados en el pasado con malas costumbres, quieren mantenerlas a sabiendas de que gobernaron cuando se enraizaron los secuestros, latrocinios y atracos de dineros destinados a obras. El otro caso, en año y medio debía remediar lo heredado. La polarización nos llevó a votar por el menos malo para salir del apuro, con la esperanza de que la clase media se fortalezca y no caigamos aceleradamente en mayor pobreza, como en Cuba, Venezuela y Nicaragua, donde solo existen dos clases: la del poder dictatorial y los pobres atrapados.
Sabemos que los males no se remedian de inmediato. La fuerza pública hace su trabajo, pero las leyes escritas permiten que los jueces liberen de inmediato a los capturados en flagrancia. Por bienestar del pueblo, necesitamos que esas leyes sean reformadas urgentemente. Pero mucho cuidado, porque con una Asamblea Constituyente se perdería tiempo y los maleantes se fortalecerían. ¿Por qué no se asesora bien el presidente y ordena la reforma más urgente de la Constitución de Montecristi para salir de este pozo que nos dejó el 2006?
Rodolfo López Osorio