Cartas de lectores

No se puede aceptar

A las 12 semanas de gestación, el corazón del ser humano late muy rápidamente, a unas 160 pulsaciones por minuto, el doble de rápido que el latido de la madre. A partir de las 12 semanas, tanto el crecimiento y desarrollo del bebé como sus movimientos se multiplican exponencialmente. Sus miembros están totalmente formados y se han alargado; su cabeza tiene forma mucho más redondeada; su boca puede abrirse y cerrarse; sus orejas están prácticamente donde les corresponde, y sus intestinos, que hasta ahora estaban sujetos a la base del cordón umbilical, se desplazan a la cavidad abdominal, donde ya hay espacio para ellos. Durante esta semana 12 se forman las cuerdas vocales y las uñas de los dedos de pies y manos empiezan a definirse. También aparece el primer vestigio de pelo en todo su cuerpo. El sistema nervioso fetal está desarrollándose y la hipófisis está segregando muchas hormonas. La mayoría de las estructuras internas ya están formadas y a partir de allí seguirán perfeccionándose y creciendo. Optar por la eliminación del ser humano hasta las 12 semanas es incomprensible. Con solo investigar y leer, se hubiera corregido esto. No se puede aceptar que un grupo de personas estén satisfechas con esto que ellos llaman: “el mal menor”, cobarde manera de encubrir la eliminación de un ser humano.

Mario Monteverde Rodríguez