
Premios Óscar: Frank Borzage, el primer director en ganar la estatuilla
En la gala de la Academia de 1929, Frank Borzage compartió honores con el también director Lewis Milestone
Para muchos críticos y conocedores del séptimo arte, Frank Borzage (1894-1962) debe ser considerado uno de los directores de cine más importantes de la historia.
Su carrera comenzó en 1916 con el cine mudo, pero no se limitó solo a la dirección; también escribió algunos guiones y, en varias ocasiones, fue su propio productor. Su trayectoria incluye unas 60 películas mudas hasta 1929.
Séptimo cielo, una pieza invaluable
En 1927 dirigió Seventh Heaven (Séptimo cielo), un verdadero himno al amor marcado por la miseria, la guerra y la muerte. Un año después, ese largometraje le permitió convertirse en el primer mejor director de la historia de los Óscar.
La fuerza de esta historia entre dos personas de la calle dio origen a una pareja cinematográfica de gran impacto: Charles Farrell (1900-1990) y Janet Gaynor (1906-1984) quien, en esa ocasión, también se coronó como la primera ganadora en la categoría actriz.
De esta cinta surgieron imágenes memorables, como la del soldado ciego que sube siete pisos, evocando los círculos del infierno, para reunirse con su amada. Y junto a El ángel de la calle (1928) y Lucky Star (1929), forma un tríptico protagonizado enteramente por Farrell y Gaynor.
El amor fue el eje central de las películas de Frank Borzage. Todo aquello que para otros representaba adversidad, para él era la oportunidad de demostrar que el sentimiento podía superarlo todo.
La Primera Guerra Mundial no logró separar a los amantes de A farewell to arms (Adiós a las armas, 1932), así como la Gran Depresión tampoco derrotó a los protagonistas de Man’s castle (Fueros humanos, 1933).
Una categoría, dos ganadores
En la ceremonia de los Premios Óscar de 1927, Borzage no fue el único ganador. De hecho, Lewis Milestone (1895-1980) también resultó favorecido en la sucategoría Comedia, por Two Arabian knights (Hermanos de armas), protagonizada por William Boyd, Mary Astor y Louis Wolheim.
Su verdadero nombre era Lev Milstein. Había nacido en la región de Besarbia, del antiguo Imperio Ruso (entre Ucrania y Moldavia), en medio de una familia de religión judía. Siendo muy joven, con apenas 17 años, en 1912, se mudó a Estados Unidos, donde cambió su nombre por el que usaría de ahí en adelante: Lewis Milestone.
No fue sencillo cumplir con su sueño. Se ganó la vida ejerciendo varios oficios, hasta que se alistó en el ejército. Empezaba la Primera Guerra Mundial. Trabajó como ayudante de dirección en los filmes de entrenamiento de las tropas estadounidenses, lo que le ayudó a obtener la nacionalidad en 1919.
Ese fue el comienzo de su vida en el mundo de la dirección del séptimo arte. Los conocimientos adquiridos en esa etapa le sirvieron de base para una carrera que sería considerada una referencia importante en la década de 1920 en Hollywood.
All quiet on the western front (Sin novedad en el frente, 1930) es el nombre de la segunda película que lo convirtió en dos veces ganador del Premio Óscar.
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