
Pinault se aparta de Kering: un adiós estratégico que sacude al mundo del lujo
El magnate François Henri Pinault se retira tras transformar el lujo con audacia e intuición y deja a un outsider en su lugar
El mundo de la moda de lujo se despide de una era. François Henri Pinault, uno de los empresarios más influyentes del sector, ha anunciado su retiro de la dirección general de Kering, el conglomerado multinacional francés, especializado en artículos de lujo, que transformó con su sello audaz y disruptivo.
A sus 63 años, Pinault cede el timón a Luca de Meo, un ejecutivo que no viene del universo de las pasarelas, sino del automovilístico. Una jugada inesperada, pero que encarna perfectamente el estilo del magnate: arriesgado, visionario y siempre un paso adelante.
Un imperio construido con intuición, riesgo y ruptura de moldes
Cuando François Henri heredó el emporio familiar en 2005, el holding todavía respondía a las siglas PPR. Era una mezcla de almacenes, empresas farmacéuticas y marcas por catálogo. Su padre, François Pinault, había sido el tiburón empresarial que lo gestó.
Él, sin embargo, tenía otro plan. A los 40 años y con dos hijos nacidos con apenas meses de diferencia (uno con la modelo Linda Evangelista y otro con su actual esposa, Salma Hayek), decidió reinventarlo todo.
Pinault Jr. apostó por el lujo, pero no de forma conservadora. Compró marcas icónicas como Gucci, Yves Saint Laurent y Balenciaga, pero también se atrevió a invertir en talentos desconocidos o rechazados por otros.
Alessandro Michele convirtió Gucci en fenómeno viral, Hedi Slimane rescató a Saint Laurent con un giro provocador, y Demna hizo de Balenciaga un caso de estudio cultural. Si algo caracterizó su gestión, fue la libertad que dio a sus creativos para expresarse sin límites.
Del apellido al propósito: así nació el legado Kering
En 2013, PPR se convirtió oficialmente en Kering, una palabra que combina el término bretón “ker” (hogar) con el verbo inglés “care” (cuidar). La idea era clara: se trataba de un grupo que no solo vendía productos de lujo, sino que también apostaba por valores contemporáneos.
Fue el primero en vetar el uso de pieles en sus marcas en 2013 y en fundar, junto a Emmanuel Macron, el Fashion Pact, una alianza global por la sostenibilidad en la moda.
No todo fueron aciertos. La crisis postpandemia afectó duramente a Kering, especialmente con la salida de Alessandro Michele y la polémica campaña de Balenciaga. La caída en ventas, la sobreexposición mediática y la fatiga de marca minaron la confianza de los consumidores.
Aun así, Pinault nunca perdió la fe en la creatividad como motor. Demna fue trasladado de Balenciaga a Gucci, y Michele pasó a dirigir Valentino, una marca donde Kering tiene participación.
De Meo, el outsider llamado a renovar el lujo
La elección de Luca de Meo, ex CEO de Renault y Volkswagen, para dirigir Kering, sorprendió a la industria. Es la primera vez que alguien ajeno al mundo de la moda asume este tipo de liderazgo. Pero la lógica Pinault se mantiene: mezclar industrias, provocar innovación y apostar por miradas frescas. “La fertilización cruzada entre industrias suele fomentar la innovación”, explican desde Bain & Co.
De Meo no estará solo. Pinault ha estructurado un equipo con subdirectores generales experimentados, como Francesca Belletini y Jean Marie Duplaix, quienes velarán por la identidad creativa y la estrategia global de las marcas. La misión es clara: devolver a Kering su dinamismo sin perder su alma.
François Henri Pinault no se aleja del todo. Continúa como presidente del grupo y como figura influyente en el rumbo del lujo global. Su legado, sin duda, va más allá de los resultados bursátiles: deja una industria más diversa, más consciente y más abierta a lo inesperado.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!